domingo, 8 de abril de 2012

Roma VI: Amor a primera vista, el Antico Forno Roscioli

En Roma no debemos olvidar los básicos: centrémonos en la pasta, la pizza, los quesos y el embutido... La materia prima espectacular. El sueño de Jualio Cesar de dominar el mundo y de ampliar el imperio romano se hizo realidad gastronómicamente. La cocina italiana de toda la vida triunfa desde hace lustros. Y a olvidarnos de los inventos... dejemoslos a otras culturas y otros países que necesiten más carácter o identidad. Aquí ya esta todo inventado y funciona. Cualquier cosa innovadora en Italia con 1 o 2 estrellas Michelin que he probado en Piamonte, Milan, Lago de Garda, Costiera Amalfitana, Napoles, Venecia o Bergamo, no tiene comparación con un pedazo de carbonara de toda la vida. Y la que se lleva la palma sin lugar a dudas es la del Antico Forno Roscioli. Lo siento pero es así, lo sencillo triunfa. Y esto ni es fácil, ni pasa en España, donde la comida de menú, la del dia a día de restaurante de baratillo es, aceitosa, muchas veces sobrecocinada, grasa... un asco en la mayoría de los casos. Nada merece la pena más en Italia que la mejor de las trattorias o la salumería más espectacular.

En Roma somos absolutos fans de Antico Forno Roscioli. Es el sitio al que volverías el primer dia, el segundo y el tercero, es el lugar al que te encaminas desde el aeropuerto. Es tan bonito, huele tan bien y se come de forma tan espectacular que te gustaría poder teletransportarlo a tu barrio. La focaccia, el salumi variado, esa mortadella bolognesa con tartufo, el lardo de colonata, el aceite, la burrata.... sin palabras.

En Roma es habitual parar en un forno y comprar pan, pizza recien hecha, pizzetas, focaccia e incluso un plato de pasta freca y aromatica que se puede llevar o comer ahí mismo. Roscioli debió ser eso e algun momento, aunque ahora es un mix entre delicatessen, tienda gourmet, wine bar y una monada de restaurante más tipico de la Toscana que de una calle sucia romana. La comida está riquisima y los vinos son espectaculares, por copas, por botellas o por cajas (nos los llevariamos todos). Hoy nos hemos tomado un lambrusco de verdad (no de los de aquí que son como un rosado con gaseosa) sino un vino ligero cereza afrutado, con burbuja y seco (ni rastro de azucar). Pero tambien nos hemos tomado un Chianti aromático y profundo.

La seleccion de salumi es fantástica y la pasta viene a lo grande, como su dueño - el forno es en la actualidad de 3 hermanos, uno de ellos un señor de 150 kilos por lo menos-, spaghettoni, fusillone... y la mejor carbonara que hemos probado nunca, con su panceta ahumada y crujiente. Ya sabeis que la carbonara NO es esa pasta con nata. En fin que la carbonara se basa en una pancetta de primera, una pimienta negra aromática y fresca (olvidad los botes secos de carmencita y buscad algo mas potente y caro por una vez) y en unos huevos batidos de primera que se añaden a la pasta cuando esta caliente con un pelín de agua de cocer... si además le poneis on top un queso bueno y graso (tipo pecorino o un machego semicurado)... es la gloria bendita. En fin, que esto me lo se de memorieta, pero os puedo asegurar que lo que he probado hoy no se quién narices lo ha hecho pero yo podría haberle besado los pies. (Me pregunto si sólo habra usado las yemas de huevo o es que los huevos son de gallinas extraterrestres? La carbonara solo con yemas debo probar a hacerla ya... a ver si es igual)*


El sitio merece el viaje a Roma completo, en primera y en hotel de luxe, con esto os digo poco. Ya estais anotando la direccion y a la vuelta montamos una secta.

Al lado, y por si vais antes a dar un paseo, teneis la plaza de Campo di Fiore, que alberga un mercado de fruta y verdura super autentico, muy ruidoso y pintoresco. La plaza está llena de cafés y junto a ella la via Giubbonari llena de tiendas interesantes que recorrer tras el almuerzo. Aunque seguro que de Roscioli, salís como nosotros hoy, con 5 bolsas cargadas hasta arriba....

*La web, por cierto, no le hace justicia... el sitio es mágico
Antico Forno Roscioli
Via  dei Giubbonari 21
Roma
Tel: 06 687 5287

¿Qué elegir? Bueno, aquí os dejo una hoja del menú. Me gusta el papel de estraza en el que lo han impreso, me encanta la tipo, ya se que algunos de mis compis, directores de arte me diran que esa tipo es un horror, pero aquí funciona. Vaya, que se me va el santo al cielo, me gusta la caponata, que es como el pisto manchego pero en siciliano, y la bufala con anchoas (que mira por donde son españolas). El Parmesano de vaca roja, el original... te lo comerías todo...
Solo durante la hora de la comida, a la entrada, colocan mesas plegables que luego quitan para albergar a mas gente. Comer entre vinos, salamis, mortadelas, jamones de parma, latas y botellas de aceite tiene su encanto.

La tienda esta a la entrada con sus enormes mostradores de salamis y quesos. Al fondo las mesas, no mas de 10 se apiñan para albergar al mayor número de comensales posibles. Hay turistas pero ojo, no hay más que mirarlos para saber que aquí estamos en un templo de la comida y que el boca a boca funciona. Me siento en una secta y soy feliz.


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1 comentario:

Wendy Pan dijo...

Me apunto a la secta, cari ;D

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